CÒMO CAMBIAR DE ESTILO DE VIDA Y NO MORIR EN EL INTENTO

Por Carina Pizetta

A nadie se le ocurriría edificar una casa sin diseñar los planos antes. Para construir es necesario planificar. Si decidimos llevar una vida más saludable es imprescindible definir conductas, ordenarlas y cumplirlas. Te doy tres tips que te facilitarán el proceso de cambio:

1-CLASIFICÁ LOS ALIMENTOS EN ADICTIVOS Y SALUDABLES

Dentro de la columna de SALUDABLES anotá todo lo que podés comer con gusto sin que te despierte la compulsión, aquello que comés hasta saciarte y punto. Escribilo detallado para que sea más larga esa lista, por ejemplo: lechuga, radicheta, rúcula, espinaca (en vez de poner sólo verduras).

En la lista de ADICTIVOS registrá aquello que te lleva a continuar aunque estés satisfecha, o que al día siguiente seguís con ganas de comerlo, eso que daña en exceso y es tu perdición, cada uno sabe qué alimento lo domina, para algunos es el azúcar, para otros el glúten, las carnes, los lácteos, anotá lo que te esclaviza para recordar que no vas a caer en sus garras.

Deshacete de aquellos adictivos en tu hogar, si no podés porque vives con otros que sí pueden comerlos, al menos ponlos atrás en la alacena o cubrilos con otros en la heladera para que no llamen tu atención.

2-ORGANIZÀ TUS COMIDAS DEL DÌA: Desayuno---Almuerzo---Merienda---Cena

Define antes de empezar el día y ESCRIBILAS en tu cuaderno de comidas diarias con detalle, en función del dinero que dispongas, la jornada laboral, las salidas previstas. Y CUMPLILO a rajatablas.

Entre comidas anotate un snack optativo bajo en calorías, por ejemplo: hasta 6 frutos secos por día, dos manzanas, una bebida sin azúcar, un caldo, mates, infusiones.

Ese plan que diseñaste tiene que contener sabores que te apetezcan y presentaciones no aburridas, quizá rodajas de calabaza horneadas con rodaja de tomate y orégano sean mejores a la vista que un puré de zapallo.

3-ORDENÁ TU DÍA

Escribe al menos una actividad que harás en el día sólo por placer (tomar sol en una plaza, tomar una clase de baile, sentarte a orillas del lago), otra actividad que contribuya a tu evolución espiritual (meditar 5 minutos, leer un libro de autoayuda, prender una vela, rezar), un ejercicio físico (caminar 40 minutos, ir al gimnasio, andar en bicicleta, subir y bajar escaleras en tu edificio) y una lista de tareas de la jornada (limitada, que realmente pueda cumplirse, como ir a la verdulería, lavar la ropa, pagar las expensas).