¿Qué es el anillo atlante?

 Por Carina Pizetta

La relación entre Egipto y la Atlantida se remonta a las traducciones de Platón sobre los escritos de Solón, manuscritos que le entregó un sacerdote egipcio en el 600aC.

Quizá basado en esta conexión, el egiptólogo francés Marquis D’Agrain, relacionó la joya tallada en piedra que encontró en el Valle de los Reyes de Egipto en 1860 con este continente perdido.

Su fama de talismán comenzó a acuñarse cuando el radiestesista André de Belízal  y realizó estudios sobre su estructura durante 25 y concluyó que era contundente su poder de captación y transmutación energética, lo cual se ha demostrado posteriormente mediante fotos kirlian.

Atlante, egipcio o del origen que fuese, esta sortija tallada de figuras geométricas tiene fundamentos esotéricos. En el frente consta de tres rectángulos que forma una reja capaz de captar vibraciones. A sus lados hay aristas que multiplican la recepción de energía cósmica. Dos triángulos isósceles concentran las fuerzas positivas como pirámides y penetran por los orificios de sus vértices. Por los orificios opuestos restantes del anillo se expulsan densidades bajas. Mientras 10 símbolos del infinito unidos potencian este efecto en el interior del mismo.

Su función específica varía de acuerdo al dedo en que se coloca y de la mano dominante o la no hábil, pero en líneas generales, se puede afirmar que el anillo atlante:

-Protege de accidentes, envidias, maleficios y cualquier negatividad que nos aceche.

-Potencia la capacidad de sanación.

-Incremente la intuición y la creatividad.

-Armoniza.

-Revitaliza.

Consejos a la hora de usarlo:

-No se presta, es absolutamente personal.

-Debe limpiarse al menos una vez al mes (con luz solar o con descarga en tierra, tal como se erradican las malas energías e las gemas).

-Debe usarse el mayor tiempo posible.

-No es necesario usarlos simultáamente en todos los dedos, puede colocarse sólo en aquel que necesitamos en ese momento, de acuerdo a la protección deseada.

-Sacarlo durante la noche. Puede alterar el sueño, tanto por la vitalidad que genera como por las potenciación de facultades premonitorias o telepáticas.